jueves, 30 de diciembre de 2021

 


Tiempo de mariposas.

Hay pequeñas mariposas que vuelan

sin pararse en ningún lugar,

llevan mensajes de profunda escucha.

Otras, tienen cortas sus alas y pueden llegar al mar,

cruzan el azul y toda la escala de color.

 Las mariposas de Violeta Zing me trasladan a otra dimensión,

donde las nubes se detienen

y el sol gira en mis pies,

se me permite no dormir,

ella abre su puerta y sus mariposas sueñan sobre mí.

La mariposa de Lilian es amarilla,

duerme en las noches y vuela de día,

le encantan los apamates y los jardines circulares.

Alicia toca su piano

y de sus dedos vuelan mariposas de colores,

revolotean en la sala

y en la grama de atrás.

Hay mariposas que no tienen dueños ni nombres,

son las que suelta el cielo en las tardes de lluvia

para cubrir la soledad.

Me gustan las mariposas azules

que se esconden en mi cama

y la impregnan de aroma floral,

son las preferidas de Aurelio,

el hombre que amo,

nuestro amor es imaginario,

existe en su sonrisa y en sus manos en las cuales vuelo,

las mariposas azules y yo estaremos infinitamente junto a él.

Marina abre su ventana para dejar escapar al sol,

pero llegan las mariposas,

llegan las mariposas volando,

descubre en sus ojos de niña la perfección.

Hay mariposas que vuelan sin centímetros ni giros,

y reflejan la magia de las horas.

Las mariposas nocturnas se enredan

en el mosquitero color piel que cuelga del techo de mi cuarto,

se impacientan pero logran volar.

Hoy las mariposas vuelan y soy feliz.


                                           Del poemario: Bocetos para Alicia.

                                           Carmen Rosa Orozco.

                                           Fotografía de Oleg Oprisco.

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