Fotografía de Irina Dzhul.
Las
79 lunas de Júpiter marchitaron la conciencia de Alicia en el retrovisor.
Alicia me cuenta que habló
con la profesora Mónica Grady
de su aseveración sobre la
existencia
de alguna forma de vida en
Europa,
una de las 79 lunas
conocidas de Júpiter
y como mis pulpos sobreviven
en las heladas aguas bajo las capas de esa luna;
ser vegetariana ha causado
estragos en mi flora intestinal
y en las barajitas
coleccionables de microorganismos
que desestiman la luz solar
en Marte,
todo ello apuntado en el cuaderno
de notas de la científica
de manera estricta por mi
caligrafía Palmer
ya que duda de los datos
virtuales almacenados en la Nube
y en la memoria de elefantes
transgenéricos;
mi ayuno voluntario me ha
hecho partícula divisible
de la luz que viaja a 600
millones de kilómetros de la Tierra
siendo materia fecunda y
celeste
para el alimento de seres
inexistentes e interplanetarios.
Sospeché de mis otras vidas:
una adelantada en los siglos
como física cuántica
diseccionando lo indigerible
y atroz,
de otra que enrevesó mis
dedos
como dibujante de perfiles y
pieles vibrantes
en una época desenfundada
por revólveres de grafito,
o de una cantante retro que escribe letras agonizantes de
melancolía
perteneciente al género pop
barroco
y que destila los segundos en
las historias del Instagram,
o siendo un delfín rosado
que gerencia
un hotel en Marbella
saltando así de la oficina
hacia un mar esplendoroso y
sin métodos eficaces.
Pude ver en el Cronovisor
oculto en el Vaticano
los planos circulares de un
televisor del tiempo
construido por un monje
benedictino, un Nóbel de Física y un ex nazi llevado a la Nasa,
eran las voces de Marcello
Pellegrino Ernetti, Enrico Fermi y Wernher von Braun,
sus reuniones secretas
fueron expuestas en la década de 1960
pero de nada sirvieron las
precauciones,
con asombro y junto a Pío
XII
pudimos escuchar
el acalorado discurso de
Cicerón ante el senado romano en el año 63 a. C.
y ver pasajes de la
angustiosa Crucifixión de Cristo,
a solas me conmoví por las
lágrimas derramadas por Messi
al salir del Barcelona
Fútbol Club,
así como,
lamenté la suerte de la
desdichada isla de Camila Guiribitey
una influencer que no podrá
guardar en sus carteras Gucci
la Patria y Vida que faltó,
corría el año 2021 para esos
acontecimientos.
Ellos consideraron
inconclusa mi debilidad ante los eventos
como esa noche de 2019
cuando escuchaba a Lana Del
Rey en Youtube,
recuerdo que llevaba una
bata color salmón con encajes
solo se veían mis manos en
el ordenador escribiendo:
I've been tearing around in my fucking nightgown
24/7 Sylvia Plath
Writing in blood on the walls
'Cause the ink in my pen don't work in my notepad
Don't ask if I'm happy, you know that I'm not
But at best, I can say I'm not sad
'Cause hope is a dangerous thing for a woman like me
to have
Hope is a dangerous thing for a woman like me to have.
Tener otras miradas fue
suficiente
en el reloj del tiempo de un
país arrasado,
como gota de agua insalvable
de un universo de luz
salvaje
cayendo en un pozo de deseos
fragmentados,
sin discernir los días que
pasan
sobre el trayecto invisible
de los años,
agotando la escritura
y siendo la criatura más
feliz que hayas conocido.
Alicia se balancea en las
líneas hexagonales del no tiempo.
Del poemario: Bocetos para Alicia.
Carmen Rosa Orozco.
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